domingo, 1 de febrero de 2009

920


Después de hablar de 4 mujeres de mi presente que ciertamente quiero muchísimo, es hora de hablar de mí y descubrir quién soy, y creo que la mejor manera de hacerlo es que hable de 920.
Ya han pasado 17 años desde que me dejó. Fue mi relación más larga, más intensa, más loca, más absurda, más emocional, más dura, más inteligente, más aleccionadora, más dolorosa, y más placentera. A 920 no la quise, la deseaba, la necesitaba, la olía y me moría de deseo. Y todo sucedió mientras pasaba por ser un imbécil cretino y arrogante, sin principios, prepotente y descerebrado. Y claro, éstos mis encantos no podían retener a nadie más de 6 años, y mucho menos a una gran mujer como ella. Inteligente, dulce, mala, cariñosa, ladina, guapísima (al menos para mí) y destilando sexualidad por cada poro de su piel, en cada rayo de su mirada, en cada aliento de su voz, en lo provocador de su risa. Se fue con el otro y se casó con él. Viví un año entero en un pozo de confusión, rumiando mi derrota, mi fracaso, mi estupidez. Salí muy tocado de eso, pero poco a poco me rehice, con la poca inteligencia que en el fondo tengo, cuando descubrí una palabra: Autocrítica.
Ella me llevó directamente a la ética y la moral personal, que sencillamente me parecieron lo mismo que a un niño el aceite de ricino, pero me la tomé en dosis que se me atragantaban, pero dosis generosas, así que con el tiempo resultó que de ser yo el que hería a sus personas más queridas sin descanso, me convertí en un tipo poco a poco consecuente con mis actos (a veces sigo metiendo la pata, pero ahora sintiéndolo mucho).
La sigo viendo de vez en cuando en el club de tenis. Sigue siendo una mujer espectacular, nunca hablamos, porque la verdad siento que le voy a parecer patético. Supongo que ella sabe que la sigo admirando. Pero no ocupa ya ningún pensamiento importante en mi vida, simplemente es la imagen que me recuerda que tengo que seguir intentando ser mejor cada día.

1 comentario:

  1. Me encanta como vas desnudando tu alma a través de las personas que han significado algo en tu vida.

    Eres un encanto.

    ¿Firmo como 131?

    No, te doy un beso como yo misma.

    He pasado un fin de semana estupendo.

    ResponderEliminar