martes, 8 de diciembre de 2009

Carencias

Uno siente casi contínuamente la necesidad de sentirse exclusivo en el corazón de nuestros amigos. No tiene ningún sentido coherente pero es así. Somos criaturas celosas, unas, aprehensiva y posesivamente celosas, pero otras simplemente celosas...de nuestra intimidad.
Ocurre que cuando encontramos un amigo o amiga en la que verdad confiamos nuestros más profundos sentimientos, mantener ese estatus se torna un poco confuso de ordenar cuando existe otro cable que conecta con el corazón de esa persona.
Hoy he dicho que no a 133, supongo que has pensado que es por celos, pero no, es algo parecido, pero no son esos celos que cualquiera podrá suponer.
Pero sí, son celos, celos por aislar mis sentimientos, para que no puedan ser confundidos con esos tan comunes, con los que no soportan la comparación, la balanza, la disputa.
Mis sentimientos tienen cabida justo ahora en la comunicación con mi amiga, pero la idea de una visita no me hace sentir cómodo, porque todo lo que a uno le gustaría compartir en persona no es compatible con la infinitésima posibilidad que pueda ser leída de una manera que no es. Y además, muchas cosas de las que uno siente, sólo le apetece compartirlas con el que está en el mismo estado emocional.
Estarás siempre en mi corazón, lo estás ahora que escribo estas letras sobre tí, lo estarás cuando puedas estar con otro, pero hay un tiempo para cada cosa, y yo, mortal, no me siento cómodo visitándote justo en este momento. Por favor, intenta entender mis carencias.

1 comentario: